المدة الزمنية 5:21

Amigos del Purgatorio (27): Santa Verónica Giuliani

964 مشاهدة
0
131
تم نشره في 2021/07/26

Ave María Purísima Hoy quiero presentarles a una Santa en la que Jesús quiso depositar muchos dones sobrenaturales y una misión muy particular, una verdadera amiga de las Almas del Purgatorio, Santa Verónica Giuliani. Mística capuchina del siglo XVII, desde muy pequeña mostró signos de una piedad y una devoción extraordinarias. Su vida es muy interesante, y podemos encontrar muchos datos sobre sus experiencias místicas porque escribió un Diario. El Señor le concedió una profunda participación en el misterio de Su Pasión, y trabajó su alma al detalle, para convertirla en una esposa plenamente de Su agrado. Aquí quiero compartirles algunas de sus muchas experiencias con las Benditas Almas del Purgatorio. En primer lugar, el mismo Señor la confirmó en la misión de asistirlas. Santa Verónica lo cuenta así en su Diario: “El 16 de marzo de 1703 Dios me confirmó los dos oficios, prometiéndome gracias especiales por ambos, esto es, la conversión de los pecadores y la liberación de las Almas del Purgatorio. Y en ese mismo instante Dios me concedió la gracia de que se libraran muchasAalmas del Purgatorio. Eran tantas que solo Dios podía saber el número. Me parecía que estas Almas eran todas aquellas que durante su vida fueron devotas de Su Santísima Pasión”. A estos oficios encomendados por Jesús se dedicó por entero. Con oraciones, y con penitencias y mortificaciones voluntarias. Acerca de estas últimas, recibió una valiosa enseñanza sobre la importancia de someter la penitencia a la obediencia, y es esto lo que les quiero compartir de manera especial en este video. Nos cuenta su director espiritual que en una ocasión le pidió a Santa Verónica que rezara por el eterno descanso de su padre y de su tío. Así lo hizo la Santa, y unos días después le manifestó al sacerdote que ambos estaban en el Purgatorio. El sacerdote le pidió entonces que los tuviera en oración, y Santa Verónica le dijo que si él, como su director espiritual, le pedía que ofreciera algunas horas de sufrimiento por día, más prontamente llegarían al Cielo. Así lo hizo el sacerdote, y Santa Verónica, ofreciendo sus dolores en obediencia, vio pocos días después cómo estas Almas entraban en el Cielo. El mismo confesor de Santa Verónica Giuliani escribe: “Otro caso fue que volviendo yo el año 1717 en tiempo de Cuaresma como confesor extraordinario a este monasterio de capuchinas y, habiendo muerto mi madre hacía pocos meses, recomendé a sor Verónica rezar al Señor por su alma. A los pocos días me dijo que estaba en el Purgatorio y que la Virgen Santísima le había dicho que, si ella se ofrecía a sufrir en su lugar y yo le daba la obediencia de hacerlo, obtendría su liberación. Yo le di la obediencia y, después de algunos días, me dijo que ya había sido liberada y que, cuando estaba oyendo la Misa, la había visto libre. Yo le manifesté que no me bastaban sus palabras y quería una señal especial de su liberación, que rezase al Señor por ello. Y, estando ella rezando en la iglesia y yo en el confesonario, oí debajo del pavimento del confesonario unos golpes profundos. Yo me quedé sorprendido y con temor. Le pregunté qué significaba aquello y me respondió que no los había sentido. Continuó en oración y continuaron los golpes debajo del confesonario. Al fin me pudo decir que la Virgen le había dicho que esos golpes eran la señal que yo había pedido de la liberación de mi madre y que, tantos cuantos habían sido los golpes, así debían haber sido los días que debía haber pasado aún en el Purgatorio, si Verónica no hubiera sufrido por ella”. Los propios sufrimientos ofrecidos con amor, las penitencias realizadas con permiso de nuestro confesor o director espiritual, pueden ser un verdadero tesoro que, unido a la Pasión de Jesús, acelere el tiempo de purificación que tienen que pasar las Almas. Que Santa Verónica nos ayude a reflexionar profundamente sobre esta verdad.

الفئة

عرض المزيد

تعليقات - 8